Disponemos de los medios para salvar al felino más poderoso de la Tierra. Pero, ¿tenemos la voluntad de hacerlo?
Al alba, el bosque queda atrapado por la niebla. Sólo se distingue un corto tramo del camino de tierra roja. De pronto, del dorado fulgor del polvo y la luz neblinosa emerge una tigresa. Primero se detiene para frotarse el lado derecho de los bigotes contra un árbol junto al camino. Luego cruza la senda y se frota el lado izquierdo. Después se gira y nos contempla con una mirada de indiferencia absoluta.
Entonces, como cediendo a un impulso, alza las patas delanteras y se pone a arañar la corteza del árbol, mostrándonos su perfil, sus maravillosos flancos de una potencia evidente.
El tigre, Panthera tigris, el mayor de los grandes felinos, ha sido descrito con deferencia incluso por la terminología biológica con expresiones como «depredador alfa», «megafauna carismática», «especie bandera». Es uno de los carnívoros más temibles del planeta, y aun así, con su pelaje ámbar cruzado por llamaradas negras, es una de las criaturas más bellas que existen.
Hoy contemplo esos iconos de la naturaleza y la vida salvaje con preocupación, consciente de que su destino depende sólo del ser humano....
National Geographic.
National Geographic.
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